miércoles, 5 de diciembre de 2007

POBREZA CON CRECIMIENTO ECONÓMICO

Los informes del Banco Mundial indican que la pobreza se ha reducido de manera continua gracias al alto crecimiento que se ha producido en los años noventa, como se ha indicado anteriormente, aunque aún se mantiene en un nivel muy alto. Utilizando una línea de pobreza cercana a los US$58 de paridad del poder adquisitivo mensuales, la situación en la República Dominicana (28.6% de la población dominicana en 1998) es comparable con la de otros países de América Latina. No ocurre lo mismo si se comparan los indicadores sociales como analfabetismo juvenil o de adultos, matriculación primaria y secundaria, mortalidad infantil o maternal, en los que la situación del país es a todas luces peor que en la mayoría del continente.
El informe del Banco Mundial sobre la pobreza de 2001 en la República Dominicana indica una alta correlación entre aquélla y factores como desempleo, educación, salud y acceso a los servicios básicos, que también son cruciales en cualquier estrategia para combatir la pobreza. Otra vulnerabilidad asociada a ésta es el acceso a servicios básicos, de grandes repercusiones en la salud y el bienestar.
Ante la pobreza, uno de los objetivos básicos de todo gobierno debe ser otorgar a las personas los medios mínimos necesarios para elevar su nivel de vida. Esto se puede conseguir mediante la inversión en servicios sociales básicos, facilitando el acceso a toda la población (atención primaria, nutrición, planificación familiar, control de enfermedades transmisibles, educación básica, provisión de agua y saneamiento).
El gasto social del Estado y su composición, eficacia y eficiencia son inadecuados ante las necesidades de desarrollo social y el alto nivel de pobreza dominicano.
El gasto social como porcentaje del PIB subió ligeramente de 5.7% al final de los años ochenta a 6.6% en el 2000, pero queda todavía lejos del promedio en América Latina (14%). En el mismo período, el gasto en educación y salud como porcentaje del gasto social subió, lo que ocasionó un ligero descenso del gasto en vivienda y servicios básicos, como agua, saneamiento y basura.
El nuevo gobierno decidió aumentar en 2001 el gasto en educación de 16% a 20% del presupuesto nacional y el de salud de 11% a 15% en 2005. El nivel de gasto público en la República Dominicana, que es una de las principales causas que impiden reducir la pobreza, es aún menor que el de la mayoría de los países de América Latina y el Caribe.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), al dividir los países de América Latina en tres grupos: Gasto social alto, moderado y bajo.
La República Dominicana se engloba en el tercero, (Gasto Social Bajo), con Honduras, Perú, Bolivia, El Salvador y Guatemala.

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